"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

martes, 19 de septiembre de 2017

De Ángeles buenos y malos


El Monstruo se defendía apoyado por sus ángeles, pero no pudieron resistir, y ya no hubo lugar para ellos en el Cielo.
El Catecismo[1] nos dice que “la existencia de los ángeles es verdad de fe”: “328 La existencia de seres espirituales, no corporales, que la sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición”.
Son seres espirituales, no corporales y forman una de las tres clases de personas, junto con las Personas de la Trinidad y las personas humanas: “330 En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales (cf Pío XII, enc. Humani generis: DS 3891) e inmortales (cf Lc 20, 36). Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello (cf Dn 10, 9-12)”.
Esto significa que poseen inteligencia y voluntad –capacidad de amar-. Como las personas humanas, su historia no se explica sin relación a Dios, que es su Creador y que los puso a prueba, para que se decidieran por Él o contra Él. Muchos ángeles, con Lucifer a la cabeza, se rebelaron y decidieron no servir a Dios y no amarlo y no adorarlo, por lo que, luego de una lucha con los ángeles buenos, con San Miguel Arcángel a la cabeza, fueron expulsados del cielo. El Infierno fue creado para ellos, aunque van al Infierno todos los hombres que los secundan en sus planes de odio contra Dios, contra su Iglesia y contra el hombre.
Los ángeles malos vagan por la tierra para tentar al hombre y conducirlo al Infierno; es necesario discernir por lo tanto quiénes son los espíritus que nos hablan a tres de nuestros pensamientos. Dice San Ignacio que son tres: el Espíritu de Dios y sus ángeles, los ángeles malos y nosotros mismos, que originamos nuestros propios pensamientos. Si el principio, medio y fin de un pensamiento es bueno, es señal que viene del “buen espíritu”; si en el principio, en el medio o en el fin hay algo de malicia, viene del “mal espíritu”, esto es, un ángel caído y/o nuestros propios pensamientos errados y pecaminosos. Al hablar de los ángeles, no se puede no tener en cuenta el Génesis, en donde la Mujer del Génesis, la Virgen, aplasta la cabeza de la Serpiente Antigua, Satanás, y el Apocalipsis, en donde se narra la batalla entre San Miguel Arcángel y los ángeles caídos o Príncipes de las tinieblas.
Acerca de “Quiénes son los ángeles”, dice así el Catecismo de la Iglesia Católica: “329 San Agustín dice respecto a ellos: Angelus officii nomen est, non naturae. Quaeris nomen huius naturae, spiritus est; quaeris officium, angelus est: ex eo quod est, spiritus est, ex eo quod agit, angelus ("El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel") (Enarratio in Psalmum, 103, 1, 15). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos" (Mt 18, 10), son "agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra" (Sal 103, 20).
Cristo es el Rey de los ángeles y el Dominador y Vencedor de los ángeles caídos: “331 Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles..." (Mt 25, 31). Le pertenecen porque fueron creados por y para Él: "Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por Él y para Él" (Col 1, 16). Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: "¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?" (Hb 1, 14)”.
Los ángeles buenos han estado “desde la Creación” al servicio de Dios: “332 Desde la creación (cf Jb 38, 7, donde los ángeles son llamados "hijos de Dios") y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos, anunciando de lejos o de cerca, esa salvación y sirviendo al designio divino de su realización: cierran el paraíso terrenal (cf Gn 3, 24), protegen a Lot (cf Gn 19), salvan a Agar y a su hijo (cf Gn 21, 17), detienen la mano de Abraham (cf Gn 22, 11), la ley es comunicada por su ministerio (cf Hch 7,53), conducen el pueblo de Dios (cf Ex 23, 20-23), anuncian nacimientos (cf Jc 13) y vocaciones (cf Jc 6, 11-24; Is 6, 6), asisten a los profetas (cf 1 R 19, 5), por no citar más que algunos ejemplos. Finalmente, el ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el del mismo Jesús (cf Lc 1, 11.26)”.
El designio de salvación de la Trinidad, del destino de eterna condenación al que estábamos destinados todos los hombres por el pecado de Adán y Eva, se ve siempre secundado y acompañado por sus fieles servidores, los ángeles buenos, y estuvieron presentes desde la Encarnación del Verbo, durante su Pasión y estarán presentes en la historia de los hombres hasta el fin del mundo: “333 De la Encarnación a la Ascensión, la vida del Verbo encarnado está rodeada de la adoración y del servicio de los ángeles. Cuando Dios introduce «a su Primogénito en el mundo, dice: "adórenle todos los ángeles de Dios"» (Hb 1, 6). Su cántico de alabanza en el nacimiento de Cristo no ha cesado de resonar en la alabanza de la Iglesia: "Gloria a Dios..." (Lc 2, 14). Protegen la infancia de Jesús (cf Mt 1, 20; 2, 13.19), le sirven en el desierto (cf Mc 1, 12; Mt 4, 11), lo reconfortan en la agonía (cf Lc 22, 43), cuando Él habría podido ser salvado por ellos de la mano de sus enemigos (cf Mt 26, 53) como en otro tiempo Israel (cf 2 M 10, 29-30; 11,8). Son también los ángeles quienes "evangelizan" (Lc 2, 10) anunciando la Buena Nueva de la Encarnación (cf Lc 2, 8-14), y de la Resurrección (cf Mc 16, 5-7) de Cristo. Con ocasión de la segunda venida de Cristo, anunciada por los ángeles (cf Hb 1, 10-11), éstos estarán presentes al servicio del juicio del Señor (cf Mt 13, 41; 25, 31 ; Lc 12, 8-9)”.
La Iglesia, que es el Cuerpo Místico de Cristo, formado por los bautizados en la Iglesia Católica, se ve continuamente favorecida y protegida de los designios de destrucción de los ángeles de las tinieblas. Dice así el Catecismo: “Los ángeles en la vida de la Iglesia. 334 De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles (cf Hch 5, 18-20; 8, 26-29; 10, 3-8; 12, 6-11; 27, 23-25)”.
Con los ángeles buenos, la Iglesia adora al Dios Tres veces Santo, principalmente en la Santa Misa: “335 En su liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo (cf Misal Romano, "Sanctus"); invoca su asistencia (así en el «Supplices te rogamus...» [«Te pedimos humildemente...»] del Canon romano o el «In Paradisum deducant te angeli...» [«Al Paraíso te lleven los ángeles...»] de la liturgia de difuntos, o también en el "himno querúbico" de la liturgia bizantina) y celebra más particularmente la memoria de ciertos ángeles (san Miguel, san Gabriel, san Rafael, los ángeles custodios)”.
El hombre está custodiado, dice el Catecismo, desde el inicio de la vida, hasta la muerte, por los ángeles de Dios, y su objetivo principal es el de guiarnos al amor de Jesucristo, Rey de los ángeles, y de María, Reina de los ángeles, a fin de gozar de la bienaventuranza eterna: “336 Desde su comienzo (cf Mt 18, 10) hasta la muerte (cf Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cf Sal 34, 8; 91, 10-13) y de su intercesión (cf Jb 33, 23-24; Za 1,12; Tb 12, 12). "Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida" (San Basilio Magno, Adversus Eunomium, 3, 1: PG 29, 656B). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios”.
Ahora bien, también el hombre está acechado por las sombras vivientes o ángeles caídos, que buscan la eterna perdición del alma en el Infierno. En nuestros días, el culto a los falsos ángeles –“el ángel malo se disfraza de ángel de luz”, tiene un auge inusitado, aunque no se trata de los ángeles de Dios, sino de los ángeles falsos o ángeles de la Nueva Era[2]. “El diablo se disfraza de ángel de luz” (2 Cor 11, 14)
Nombres que reciben /Se hacen llamar Origen, medios de contacto ysitios de procedenciaFormas o figurasque adoptan“Beneficios” que dicen otorgar /Mensajes que comunican. Se les llama:
“seres de luz”“ángeles zodiacales”“ángeles de colores”“ángeles extraterrestres”“ángeles de la Kabbalah”“seres espirituales”“divas”“espíritus de la naturaleza”“energías puras”“espíritus guías”“amantes puros”“ángel de la guarda” y “Uriel”“entidades”
Se autonombran:
Djwahul Khul (“el Tibetano”)> Aiwass> Metatrón> Ramtha>Kryon>Elohim música (heavy metal) películas (terror, violencia y lujuria)piedras (“cristales querúbicos”)rituales (“espacio sagrado”)ouija y bola de cristal“escritura automática” (dictan libros)mandalas de protecciónespiritismo (“muertos”) Canalización (“jerarquía espiritual”)  meditación (trascendental)cartas (“tarot angélico”)visualización e imaginaciónchakras (“tercer ojo”) y yoga“viaje astral”“vibración angelical”líquidos (“esencias angelicales”)
 invitación a casa y velas de colores, fórmulas raras e hipnosis, drogas (“estados alterados de la conciencia) (“vienen de nuestro interior”)
espacio exterior (OVNI’s)boutiques y “casa de ángeles”lucesresplandecientesluces en el aguaarcoirisanimales: cisnes,ballenas, delfinesnubes“personas” o“maestros”duendes, hadas,elfos…sombras ________ 
 “Beneficios” (engaños): -buena suerte -aconsejan -brindanarmonía -curan -dan “paz” -otorgansabiduría y poderes especiales-prepararnos a la llegada de Acuario
Mensajes y tesis:
-Jesús no es Dios; no resucitó…-El hombre es dios; “tú lo puedes todo” -No importa el nombre de Dios-No hace falta rezar a Dios-Reencarnación-Desaparezcan la familia-“La palabra pecado es restricción…” 
Son desobedientes, mienten, niegan aCristo, su Evangelio y atacan a la Iglesia
“Pero aún cuando nosotros mismos o unángel del cielo os anunciara un Evangeliodistinto del que os he anunciado, ¡seaanatema!” (Gálatas 1, 7-8). (Col 2, 18-19 y 22)
Algunos libros de ángeles muy peligrosos: New Age
-Lucy Aspra “Manual de Ángeles: Di sí a los Ángeles y sé completamentefeliz” , Vol. I, y“Manual de Ángeles: Las emisiones siderales de los ángeles dela astrología” , Vol. II.
-Georgette Rivera, Sanación a través de los ángeles (Ed. Alamah. Esoterismo) 
-Richard Webster   Ángeles guardianes y guías espirituales (Llewellyn)
-Juliana Acosta Llamados al amor divino a través de los ángeles
(Ed.Intermedio)
 -María Luisa López Castro La misión oculta de los ángeles
(Ed. Prana)
-Billy Graham, Los Ángeles (Grupo Nelson)
-Migene González-Wippler,  Angelorum. El libro de los ángeles
(Llewellyn)
-Peter y Linda Miller-Russo, Los Arcángeles, un plan de curación
(Ed.Llewellyn)
-Francis Melville, El libro de los ángeles (Grupo Editorial Tomo)
-Charles W. Leadbeater,  Ángeles custodios y otros protectores invisibles (Ed. Prana)
-David Laeson, En la compañías de los ángeles. Guía para transformarte en ángel (Grupo Editorial Tomo)
-Elizabeth Clare Prophet, Cómo trabajar con los ángeles, El ángel de la escucha (Porcia Ediciones) y Mensajes de Saint Germain y los arcángeles para la Era de Acuario (Grupo Editorial Tomo) 
“Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra losEspíritus del Mal…”  (Efesios 6, 11-20).
Atención con los ángeles caídos de la Nueva Era, son demonios: Uriel, Balaquiel, Jeliel, etc.
Los Ángeles según la Nueva Era
El problema con el movimiento de la Nueva Era es que están desinformando mucho, son innumerables las publicaciones que hablan de personas con experiencias con ángeles y contactos angélicos, cartas de los ángeles a manera de baraja (adivinación), meditaciones con ángeles, canalización (channeling ó espiritismo), prendedores con angelitos con la piedrita del signo zodiacal, colgantes de ángeles para el feng shui, oraciones de los santos angeles incluyendo nombres bastante raros, Técnicas y prácticas con canalización de energía, eneagrama, astrología, ejercicios derivados del Yoga, utilización de mantras y mandalas, visualización creativa, metafísica de la nueva era, cábala, etc. ésta angelología se promueve también en películas y series de tv enfocados a la manera de la Nueva Era, material que confunde y desinforma a personas incluso cristianas que ignoran los detalles verdaderos de los Ángeles de Dios. La Nueva Era presenta una Angelología no Bíblica, ofrecen contactos, talleres, cursos, formas para conocer el nombre, conferencias e infinidad de libros titulados "angeles del amor, angeles de protección", "angeles de la prosperidad", "mensaje de la Virgen María para la nueva era”, ésto confunde mucho a los creyentes que mencionan a la Virgen María y revuelven nombres de ángeles sacados desde los evangelios apócrifos hasta sacados de debajo de la manga, presentan también una devoción desordenada, es decir no veneran en un principio a la Reina de los Angeles: La Virgen María y a Nuestro Señor Jesucristo lo tienen por un "maestro" más. Los evangelios apócrifos no son aptos para enseñar doctrina cristiana.
¿De donde proviene el culto desordenado a los Ángeles?
Todo ésto se origina en el gnosticismo primitivo (Siglo I y II d.C), San Pablo preso en Roma, les escribió a los cristianos de Colosas denunciando sobre la confusión de doctrina entre ellos: la gnosis y su culto desordenado a los ángeles: "Que nadie con afectada humildad o con el culto de los ángeles os prive del premio, haciendo alarde de visiones, hinchándose sin fundamento de su inteligencia carnal" (Col 2, 18).
Testimonio de alguien que comenzó a caminar al lado de los demonios y ni cuenta se da: "Cuando entro a una sesión angelical no estoy sola, se que muchos Ángeles están allí en la habitación esperando a ser llamados. Sus halos, alas y colores rodean el espacio, la luz se expande abarcandolo todo, y yo puedo verlas con los ojos cerrados, sentirlas en mi cuerpo como un bálsamo, como un abrazo sin roce pero que eriza la piel. El amor y la profunda conexión que siento no puede describirse con palabras, no hay nada que pueda parecerse… creo ademas que cada quien lo percibe en su propia y única experiencia. Esas chispas de luz tocan a mi paciente del alma en su aura que se abre, y ellos mis amados ángeles lo guían todo, llevándome al lugar en el que se impregna todo de luz. Cuando estoy en la terapia angelical existe una eterna entrega a la persona incluso si es la primera vez que la atiendo, en mi corazón siento un profundo e infinito amor por ese ser recibiendo la luz de los ángeles que nos cobija a ambos y que se derraman por todas partes. Se que ese momento por si mismo es completamente sanador y restaurador. La mayoría de las personas entran en un estado de relajación profunda, otras sienten la energía de los ángeles y pueden también ver los colores o la luz en diversas tonalidades. Hay quienes han podido iniciar contactos angelicales o recibir respuestas a algunas de las interrogantes de su alma, confortar su corazón. Muchas personas viven experiencias tan extraordinarias!. La terapia angelical es un regalo divino de los médicos del cielo que nos acompañan para mostrarnos un camino de crecimiento y amor. El terapista es solo un canal para que esa hermosa energía fluya y se dirija a cualquiera de los niveles del aura, equilibrando, armonizando. Cada alma sigue su propio viaje pero cuando lo hace guiada por los ángeles el recorrido es mas suave, se sintoniza con lo que ha elegido vivir antes de nacer siendo posible comprender el significado de vivir el cielo en la tierra. (Y yo voy un poco mas alla, estoy completamente segura que la terapia angelical a la que alguien asiste forma parte también de ese gran plan divino para esa alma y que los ángeles se encargan de planear ese encuentro conmigo”.
Actualmente, se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden "angelitos" de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres. Hay que tener cuidado, pues se puede caer en dar a los ángeles atribuciones que no les corresponden y elevarlos a un lugar de semidioses, convertirlos en "amuletos" que hacen caer en la idolatría, o crear confusiones entre lo que son las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles. Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses.
Estos son los nombres con que se presentan en la Sagrada Escritura estos tres príncipes de la corte celestial: MIGUEL aparece en defensa de los intereses divinos ante la rebelión de los ángeles malos; GABRIEL, enviado por el Señor a diferentes misiones, anunció a la Virgen Maria el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su maternidad divina; RAFAEL acompañó al joven Tobías cuando cumplía un difícil encargo y se ocupó de solucionar difíciles asuntos de su esposa.
¡Atención con los ángeles de la Nueva Era, porque son demonios!
Hay muchas personas que coleccionan imágenes de ángeles porque se han puesto de moda. Pero, ¿qué son los ángeles?
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia, los ángeles son criaturas espirituales que glorifican a Dios sin cesar y que sirven sus designios salvíficos con las otras criaturas: “Los ángeles cooperan en toda obra buena que hacemos” (Santo Tomás de Aquino).
Lo que no son los ángeles: No son humanos que han muerto y que vienen a la tierra a cumplir una misión, como nos lo dicen las películas norteamericanas una y otra vez. No son humanos que han muerto en su tierna infancia y que van a unirse al coro de los ángeles en el cielo. No son seres de otros planetas que vienen a hacernos el bien. No son otros dioses que rigen los destinos de los hombres a su capricho.
Lo que sí son:
Son criaturas. Es decir, son seres creados por Dios, “Creador de todo lo visible y lo invisible”. No son dioses menores. Espirituales. El creador de todas las cosas quiso crear al hombre, un ser animal (ni modo), pero diferente a los demás animales por tener un alma espiritual. El ser humano es material y espiritual. El ángel, en cambio, es solamente espíritu creado, no tiene cuerpo material. Cuando se presentan a los hombres en cumplimiento de su misión divina, toman figura humana para que podamos verlos, pero ellos no tienen cuerpo. Los representamos con alas para significar su misión de mensajeros de Dios (“Voy volando”). Posiblemente nos hayamos inspirado en las mitologías de los persas, de los griegos y de los romanos para pintarlos con alas. Que glorifican a Dios sin cesar. Son criaturas ordenadas a la alabanza de Dios su creador. En él encuentran su plenitud angélica y su felicidad. Y que sirven sus designios salvíficos con las otras criaturas. La palabra “ángel”, en griego, significa “mensajero”, y ese es el oficio de estos espíritus creados por Dios. Los ángeles cooperan en toda obra buena que hacemos. Nuestra creencia es que todos tenemos un ángel de la guarda puesto por Dios como fiel custodio de nuestra salvación.
Hay ángeles y ángeles
Poco sabemos de la naturaleza de los ángeles, pero en la Biblia se mencionan con diferentes nombres que quizás indiquen una especie de cargo o de oficio: ángeles, arcángeles, principados, potestades, virtudes, dominaciones, tronos, querubines y serafines. Los ángeles tienen nombre? Somos los humanos los que tenemos necesidad de poner nombres. Poner nombre a algo nos hace ser un poco dueños de lo nombrado. Por eso los ángeles nos dan su nombre para hacernos sentir que son nuestros. Pero solamente conocemos el nombre de los arcángeles Rafael (Dios cura), Gabriel (Varón de Dios o fuerza de Dios) y Miguel (¿Quién como Dios?). Los demás nombres de los arcángeles han salido de libros que no están en la Biblia, y que pertenecen a las tradiciones judías o cristianas. Todos los demás nombres que se les dan a los ángeles pertenecen a esa doctrina pirata que la Iglesia no enseña y no acepta. San Miguel Arcángel: A san Miguel Arcángel –cuya fiesta se celebra el 29 de septiembre– lo representamos como un fuerte soldado con alas que, espada o lanza en mano, somete bajo sus pies al Demonio, mientras en la otra mano empuña una bandera que lleva el lema “¿Quién como Dios?”, que es la traducción de su nombre. Según la tradición judeocristiana y la Biblia, Miguel es el príncipe de las milicias celestiales que se enfrentó al ángel rebelde (¡el Diablo también es un ángel!) que, como criatura libre, se reveló contra Dios al grito de “¡No serviré!”, encabezando a otros ángeles rebeldes. Miguel los venció y los precipitó al infierno para siempre. Por eso la Iglesia lo tiene como patrono muy especial en la lucha contra el diablo y lo invoca en momentos de persecución y de prueba. Para nuestra vida. No perdamos la devoción a los santos ángeles que nos inculcaron nuestros padres cuando éramos niños. El culto de veneración a los ángeles y a los santos es grato a Dios, porque en ellos vemos la gracia divina dada con generosidad por el que es dueño y dador de todas las gracias. Hoy también están de moda los endemoniados, que en la mayoría de los casos no son más que enfermos, pero ciertamente el Demonio nos acecha y nos tienta sutilmente. En ese momento invoquemos al arcángel san Miguel y digamos su lema de combate: “¿Quién como Dios?” Por el padre Sergio G. Román.
(extraído de: http://www.aleteia.org/es/religion/contenido-agregado/cuidado-con-los-angeles-piratas-5803999701762048)



[1] http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c1p5_sp.html, Capítulo I, Artículo I, Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, I, Los ángeles.

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